La Posada de PradoRey

Posada de Pradorey

Hermoso palacete del siglo XVI levantado por el Duque de Lerma a un paso de Aranda de Duero, antaño célebre finca de descanso y recreo de la Realeza, rodeado de viñedos, desde donde descubrir la cultura del vino de la Ribera del Duero

Allá por el siglo XVI, el primer Duque de Lerma, poderoso primer ministro de Felipe III, ordenó construir un hermoso palacete de clara inspiración herreriana, que se ha conservado hasta nuestros días bajo el nombre de la Posada de Pradorey.

Enclavada en Ventosilla, esta gran finca fue desde el siglo XII un célebre lugar dedicado al descanso y recreo de la caza donde, junto a la Realeza, se dieron cita los más ilustres personajes de la época. La misma Reina Isabel de Castilla, tan entrañablemente desposada con el pueblo arandino, corrió tras los ciervos por Ventosilla. Pero fue en los tiempos en que perteneció a Don Francisco de Rojas y Sandoval, Duque de Lerma, cuando alcanzó mayor esplendor. El Duque ofrecía clamorosas cacerías al rey Felipe III y toda su corte. Se cuenta que el mismo Rubens fue testigo con sus pinceles de estas cacerías.

Construido en piedra de sillería, la Posada de Pradorey mantiene casi intacta su arquitectura cortesana, de lo que da notable muestra su elegante fachada principal. El sereno equilibrio de proporciones y formas la Posada de PradoRey se hace patente en el histórico edificio.

Superada la puerta de la Posada de Pradorey, se atraviesa un acogedor zaguán para llegar a un silencioso patio del que arranca la escalera de acceso a los aposentos. A lo largo de las tres plantas del palacio se disponen las amplias y cuidadas habitaciones. En la parte baja, las habitaciones son de estilo clásico, con techos altos y mobiliario castellano, conservando las formas y estructura de lo que fue el palacio. Mientras que en la parte alta, las habitaciones, de estilo moderno, son abuhardilladas y están decoradas con un toque más contemporáneo, coqueto y sencillo.

Junto al palacio, se conserva la Iglesia de San Andrés, antaño tardo-románica, en cuyo interior acoge un bello retablo gótico. Además, cuenta con unas magníficas instalaciones deportivas, piscina exterior incluida, donde poder jugar al tenis, al padel, etc.

Ubicada a un paso de la villa de Aranda de Duero, la Posada de Pradorey forma parte de una enorme finca de 3.000 hectáreas de extensión bañada por el río Duero, que acoge una explotación agrícola y ganadera, además de servir de refugio preferido de aves, perdices, jabalíes y ciervos. Dentro de la misma finca y próximo al palacio, entre viñedos, encontrarás la Bodega PradoRey (D.O. Ribera del Duero), que presume de ser la mayor explotación vitivinícola de viñedo propio de la zona.

La Posada de PradoRey es el punto de partida perfecto para conocer la Ribera del Duero Burgalesa. Además, gracias a su privilegiada ubicación, desde Aranda de Duero podrás alargar cómodamente tu ruta por la Ribera del Duero, ya sea camino de Valladolid por el oeste o en dirección Soria por el este.